La teoría de conservación de la energía dice “la energía no se crea ni se destruye solo se
transforma” .
Nosotros lo hemos comprobado, y es verdad, para ello nos hemos
jugado nuestra propia cabeza, si, digo bien, nuestra propia cabeza.
Hemos realizado un experimento sencillo y divertido, a la vez de
seguro, donde la pregunta que hacemos y que suele hacer mi amigo Miguel
Cabrerizo, al cual vi yo hacer este experimento por primera vez, es la
siguiente: ¿crees en la ciencia? Pues si crees en la ciencia pon aquí tu
cabeza.
El experimento consiste en colgar una bola pesada con una cuerda
del techo, a modo de péndulo, nosotros la hemos colgado a dos metros de una
pared. Calculamos la largura de la cuerda para que cuando desplacemos la bola hacia
la pared, nos quede a la altura de
nuestra nariz. Pondremos la bola del péndulo en la punta de la nariz de la
persona que hará la prueba de fé, y le preguntamos ¿crees en la ciencia?, pues
si crees no aparte la cabeza. En ese momento soltamos la bola sin empujarla,
por su puesto, y la bola realizará un movimiento pendular de ida y de vuelta,
cuando vuelva se nos irá acercando y aunque impresiona, la bola nunca llegará a
tocar nuestra nariz a pesar de que quedara bastante cerca, en función del peso
de la bola.
Es un experimento muy divertido para hacer con nuestros alumnos
en clase y es una buena entrada para poder explicar un montón de conceptos como
la energía cinética, potencian, el movimiento pendular y como no la ley de la
conservación de la energía.
Podemos ver en el péndulo, que cuando ninguna fuerza actúa sobre
el, la velocidad de ida y de vuelta es la misma. También podemos ver que la
energía total nunca cambia y por tanto después de esta experiencia seguiremos
vivos. La energía total siempre será igual lo que cambia es el tipo de energía.
Cuando soltamos la bola que esta en pegada a nuestra nariz la
energía potencial que tenemos se convertirá en energía cinética y cuando esta
vuelve cerca de nuestra nariz y ante de volver al movimiento, se convierte de
nuevo en energía potencial y así sucesivamente, gracias al movimiento de vaivén
del péndulo. Pero lo importante aquí es que la energía siempre es la misma no
se crea ni se destruye lo único que le esta pasado la energía es que se está
transformando de un tipo de energía a otra.