En este experimento se muestra como el vidrio,
que en principio, es un aislante eléctrico, se convierte en conductor con
la ayuda de la intensa llama de un soplete.
Para ello hemos realizado un circuito con
dos lámparas en serie y rompiendo una de las lámparas y cortando sus
filamentos, de tal forma que solo quedan los dos metales unidos por el cristal
de la bombilla.Al ser un circuito serie, si una de las lámparas no funciona o esta fundida no deja circular la corriente eléctrica a la otra lámpara, es decir funciona como un interruptor abierto.
Cuando elevamos la temperatura del vidrio, algunos de los electrones del material adquieren tanta energía que pueden hacer transiciones dando como resultado una emisión de luz de color rojizo. En tal estado de excitación (como dicen los físicos), los electrones están poco unidos al núcleo atómico, como en un metal, pudiendo desplazarse fácilmente por el material, pudiendo ser parte de una corriente eléctrica, En este estado, se dice que estos electrones están deslocalizados cuánticamente, y el material se convierte en un conductor.
Hay alguna que otra explicación diferente en Internet pero investigar es parte de la ciencia.